Actualmente y debido a la transformación digital es más fácil adquirir bienes o servicios a un clic sin tener en cuenta todo el proceso que de cara a quien vende, actualmente, es una tarea difícil teniendo en cuenta el proceso de transporte que debe ocurrir para que el producto llegue a su punto final. A lo largo del 2021 las cadenas de suministro globales se han sumergido en una gran tensión que parece no disminuir en meses. Y es que en cada artículo que se adquiere debe pasar por una extensa red que compromete a fabricantes, exportadores, importadores y proveedores de transporte ferroviario, por carretera y marítimo.
Cerca del 90% de los productos comercializados en el mundo se mueven por barco, de estos el 60% son transportados en contenedores de acero, quienes actualmente se encuentran en desabastecimiento a nivel mundial. El desabastecimiento parte del punto de la oferta y demanda, en el 2020 cuando la pandemia por COVID-19 interrumpió las operaciones, se encontraban muchos cierres que no permitían la entrada o salida de contenedores, deteniendo la economía y así mismo, que los productos o materias primas pudiesen llegar a los puntos finales que le requerían, sin embargo, frente a la reactivación económica y al permitir nuevamente el flujo del transporte, se encontró con que la demanda de contenedores no podía suplirse con la oferta de estos, por lo cual empezaron a tenerse largos tiempos entre la salida de un contenedor y la llegada de otro.
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