“Volver a la normalidad” es todo lo que, en muchos, por no decir que todos los países, lo desean. La nueva variante Delta del virus Covid-19 se esparce por todo el mundo, creando en China problemas de congestión nunca antes vistos en el puerto de Yantian, lo que elimina de un futuro cercano que la “normalidad” para el transporte marítimo finalmente se acerque. Yantian International Container Terminals (YICT) en el puerto de Shenzhen, actualmente opera a solo el 30% de su capacidad para prevenir una mayor circulación del virus.
Lo que sucede actualmente en Yantian se considera el tercer acto del drama del COVID-19. Su primer acto fue el inicio del virus y su expansión por todo el mundo, causando desde cierre de fábricas hasta la supresión masiva de itinerarios y servicios completos desde abril del 2020. El segundo acto fue cuando en medio del intento de una reactivación económica, el auge de los volúmenes de carga y unido a las restricciones laborales tomadas a causa del COVID-19 se evidenció una de las congestiones portuarias más desafiantes de la historia, lo que absorbió gran parte de la capacidad de flota. Por eso, el tercer acto comienza igual que el primero, con un nuevo brote de COVID-19 y una lucha constante en las líneas navieras por luchar contra la escasez de buques y equipos, todo esto, mientras enfrentan a la falta de capacidad para hacer frente a una mayor congestión o a un nuevo peak de volúmenes.
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